" No obstante, aunque su voluntad se mantenía en una constante negativa, su imaginación volaba sin control por las noches y, en sus sueños, el falso emperador de China volvía a rodearla con los brazos en un baile de disfraces, y la acariciaba, y la llenaba de besos hasta que la ansiedad la despertaba"
INMA CHACON, " TIempo de Arena"